miércoles, 27 de mayo de 2009

Nada Como Mama, Nada como Mamar

Me agrada daros a conocer el último proyecto en el que mis compañeras han estado trabajando...



La idea nació en la Asociación Criar con el Corazón, y, con las aportaciones de sus socias, se desarrolló el esbozo del guión. Luego ha sido realizado con apoyo de El Parto es Nuestro, Via Láctea, Amamantar Asturias y Mamilactancia.

La agencia Ovídeo y los profesionales de la producción, rodaje e interpretación han colaborado de forma altruísta con un proyecto que nació de un grupo de madres anónimas y ha terminado plasmado en un spot profesional que se espera que logre la máxima difusión.

“Nada como mamá, nada como mamar” es un proyecto con el que nos sentimos todas enormemente orgullosas. Me hace emocionarme la ayuda desinteresada de tanta gente que lo ha hecho posible con el único objetivo de acercar a las madres los beneficios de dar el pecho.

Espero que os guste tanto como a mi. Un saludo.

Ruth

Texto realizado por Mireia Long en: http://www.bebesymas.com/lactancia/nada-como-mama-nada-como-mamar

lunes, 9 de marzo de 2009

La lactancia reduce el riesgo de cáncer de mama en las madres tardías, según un estudio


  • La lactancia en las madres que tienen hijos pasados los treinta puede reducir hasta en la mitad el riesgo de contraer cáncer de mama.
  • Eso concluye un estudio realizado por investigadores de la Escuela Keck de Medicina de Los Ángeles.
  • Se utilizó una muestra de 1.000 mujeres con cáncer de mama y 1.500 sin problemas de salud.
  • Se desconoce cuál es el mecanismo que hace que la lactancia proteja de contraer cáncer.


Las mujeres que se acercan a la treintena a la hora de ser madres pueden reducir el riesgo de cáncer de mama dando el pecho a sus hijos, según concluye un estudio citado por la revista NewScientist.
Diversos estudios habían probado que las mujeres que tienen su primer hijo pasados los treinta tienen más riesgo de tener cáncer de pecho, con independencia de cuántos hijos tengan planeado tener.

Otros estudios previos también habían demostrado que el hecho de tener hijos ayuda a prevenir ese tipo de cáncer.

El nuevo estudio establece que ese vínculo entre maternidad tardía y mayor riesgo de cáncer de mama sólo se da en las madres que recurren a la alimentación artificial.

El estudio fue hecho por Giske Ursin y sus colegas de la Escuela Keck de Medicina de Los Ángeles, California, con una muestra de 1.000 mujeres de entre 55 y 64 años a las que se les había diagnosticado cáncer de mama y de otras 1.500 mujeres sin problemas médicos.

Otros estudios previos también habían demostrado que el hecho de tener hijos ayuda a prevenir ese tipo de cáncer.
Sin embargo, el equipo de Ursin descubrió que las mujeres que tenían tres hijos después de los 25 y que nunca dieron de mamar tenían dos veces más posibilidades de tener cáncer que las mujeres que nunca habían tenido hijos.

No se sabe cómo opera


Lo que todavía no se sabe exactamente es cómo protege del cáncer la lactancia.

En cuanto a la protección que da el hecho de tener hijos, algunos creen que los cambios hormonales que tienen las mujeres durante y después del embarazo cambian la composición mamaria de forma que se reduce el riesgo de cáncer en el tejido mamario.


La lactancia podría ofrecer una protección adicional "porque la producción de hormonas en los ovarios se interrumpe cuando se da el pecho, reduciendo la exposición de las mujeres a los estrógenos y la progesterona", sugiere Anne McTiernan, directora del centro de prevención del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson de Seattle, Washington, EEUU.

El estudio de Ursin también demostró que la lactancia podía reducir el riesgo de contraer cánceres insensibles a los tratamientos hormonales.


Esto podría explicarse, según McTiernan, por una controvertida teoría que explica que la secreción de leche podría eliminar los carcinógenos de los conductos mamarios, algo con lo que no están de acuerdo muchos otros expertos.

Texto sacado de: http://www.20minutos.es/noticia/224066/0/lactancia/cancer/mama/
Imagen sacada de: http://www.el-mexicano.com.mx/blogs/?tag=/cancer

Ruth

martes, 9 de diciembre de 2008

Beneficios de la lactancia prolongada


El término “lactancia prolongada” se utiliza cuando el niño amamantado es mayor de 12 meses de edad. En este artículo, a dichos niños les llamamos “pequeños lactantes”.


Los pequeños lactantes se benefician NUTRICIONALMENTE:


“Aún mucho después del primer año de vida, la leche materna continúa proporcionando cantidades sustanciales de nutrientes clave, especialmente proteínas, grasas, y la mayor parte de las vitaminas”.–Dewey, 2001


En el segundo año de vida (12 a 23 meses), 448 ml de leche materna proporcionan:

29% de requerimientos de energía

43% de requerimientos de proteína

36% de requerimientos de calcio

75% de requerimientos de vitamina A

76% de requerimientos de ácido fólico

94% de requerimientos de vitamina B

1260% de requerimientos de vitamina C

–Dewey, 2001


“El promedio estimado de tomas de leche en un periodo de 24 horas fue de 548g para el 97% de niños que fueron amamantados de 12 a 23 meses de edad, y 312 g para el 73% de niños amamantados de 24 a 36 meses de edad. Esto representa un promedio diario de ingestión de 41% y 23% de la ingesta diaria recomendada de vitamina A, respectivamente”.

–Persson 1998


A pesar de que se ha investigado poco sobre niños que son amamantados después de los dos años de edad, la información disponible indica que la leche materna continúa siendo una fuente valiosa de nutrición y protección contra enfermedades durante todo el periodo de lactancia.

Es común que se recomiende el destete para niños pequeños que ya comen algunos sólidos. Sin embargo, esta recomendación no está sustentada en investigación alguna. De acuerdo con Sally Kneidel en “Nursing Beyond One Year” (New Beginnings, Vol. 6 No. 4, July-August 1990, pp. 99-103.):

Algunos médicos pueden sentir que la lactancia interferirá con el apetito del niño hacia otras comidas. No obstante, no hay documentación que indique que los alimentos suplementarios son rechazados más frecuentemente por los niños amamantados que por los ya destetados. De hecho, la gran parte de los investigadores en países del Tercer Mundo, donde el apetito de un niño pequeño desnutrido puede ser de importancia crítica, recomiendan la lactancia prolongada aún para los casos más severos de desnutrición. (Briend et al, 1988; Rhode, 1988; Shattock and Stephens, 1975; Whitehead, 1985). La mayoría sugieren ayudar al niño amamantado no con el destete, sino suplementando la dieta de la madre para mejorar la calidad nutricional de su leche (Ahn and MacLean, 1980; Jelliffe and Jelliffe, 1978), y ofreciendo al niño comidas más variadas y agradables al paladar para mejorar su apetito (Rohde, 1988; Tangermann, 1988; Underwood, 1985).


Los pequeños lactantes se ENFERMAN MENOS:


“Anticuerpos son abundantes en la leche humana durante toda la lactancia” (Nutrition During Lactation 1991; p. 134). De hecho, algunos de los factores inmunológicos en la leche materna aumentan en concentración durante el segundo año y también durante el proceso de destete. (Goldman 1983, Goldman & Goldblum 1983, Institute of Medicine 1991).


Según la Organización Mundial de la Salud (www.who.int/inf-fs/en/fact178.html) “un aumento moderado en las tasas de lactancia materna podría prevenir hasta un 10% de las muertes de niños menores de 5 años: El amamantar tiene un papel esencial, y a veces subestimado, en el tratamiento y prevención de enfermedades infantiles”.Se ha encontrado que los niños que aún son amamantados entre las edades de 16 y 30 meses, tienen menos enfermedades, y de más corta duración, que los que no son amamantados (Gulick 1986).


La Academia Americana de Médicos de la Familia indica que los niños destetados antes de los dos años de edad tienen mayor riesgo de enfermarse (AAFP 2001).


Los pequeños lactantes tienen MENOS ALERGIAS:


Muchos estudios han mostrado que una de las mejores maneras de prevenir alergias y asma es el amamantar de forma exclusiva durante al menos seis meses y continuar amamantando a largo plazo. La leche materna puede ayudar a prevenir alergias al reducir exposición a posibles alergenos (entre más tarde sea expuesto el bebé a ellos, es menos probable que se presente una reacción alérgica), acelerar la maduración de la barrera intestinal protectora del bebé, recubrir el intestino y proporcionar una barrera contra potenciales moléculas alergénicas, proporcionar propiedades anti-inflamatorias que reducen el riesgo de infecciones (las cuales pueden actuar como disparadores de alergias).


Los pequeños lactantes son INTELIGENTES:


Extensas investigaciones sobre la relación entre la lactancia materna y los logros cognoscitivos (nivel de coeficiente intelectual, calificaciones escolares), han mostrado las mayores ganancias en los niños que durante más tiempo fueron amamantados.


Los pequeños lactantes son SOCIALMENTE BIEN ADAPTADOS:


De acuerdo con Sally Kneidel en “Nursing Beyond One Year” (New Beginnings, Vol. 6 No. 4, July-August 1990, pp. 99-103):

Reportes de investigaciones sobre los aspectos psicológicos de la lactancia son muy escasos. Un estudio que lidiaba específicamente con bebés amamantados durante más de un año mostró un vínculo significativo entre la duración de la lactancia y las “calificaciones” dadas por las madres y los maestros de niños de seis a ocho años de edad (Ferguson et al, 1987). En las palabras de los investigadores, “Hay tendencias estadísticamente significativas que demuestran la disminución en las puntuaciones de desórdenes de conducta cuando la duración de la lactancia se prolonga.”


El amamantar durante y después de la infancia ayuda a los bebés y a los niños pequeños a hacer una transición gradual hacia la niñez plena. La lactancia materna es una manera cálida y amorosa de cubrir las necesidades de los niños pequeños. Les ayuda a calmar las frustraciones, golpes y heridas, y el estrés diario de la niñez temprana.

El cubrir las necesidades de dependencia de un niño, de acuerdo con su horario personal y único, es la clave para ayudar a ese niño a alcanzar su independencia. Los niños que logran independencia a su propio ritmo, son más seguros en dicha independencia que los niños que fueron forzados a independizarse prematuramente.


Los pequeños lactantes son NORMALES:


La Academia Americana de Pediatría recomienda que los niños sean amamantados al menos durante 12 meses, y después de eso, durante todo el tiempo que tanto la madre como el hijo deseen hacerlo (AAP 1997).

La Academia Americana de Médicos de la Familia recomienda que la lactancia materna continúe durante todo el primer año de vida y que “El amamantar después del año de vida ofrece beneficios considerables tanto a la madre como al niño, y debe continuar mientras así lo deseen ambos”. También hacen notar que “Si el niño es menor de dos años de edad, está expuesto a un mayor riesgo de contraer enfermedades si es destetado” (AAFP 2001).

Un Secretario de Salud de Estados Unidos ha declarado que es un bebé afortunado el que continúa amamantando hasta los dos años de edad. (Novello 1990)

La Organización Mundial de la Salud pone énfasis en la importancia de amamantar hasta los dos años de vida y más (WHO 1992, WHO 2002).

Investigaciones científicas hechas por un profesor de Texas A&M, muestran que nuestros hijos están diseñados para esperar ser amamantados entre 2.5 y 7 años (Dettwyler 1995).


Las MAMÁS que amamantan a sus hijos de manera prolongada también obtienen beneficios:


En muchas mujeres, la lactancia prolongada retrasa el regreso de la fertilidad al suprimir la ovulación.

El amamantar reduce el riesgo de cáncer de ovarios.

El amamantar reduce el riesgo de cáncer uterino.

El amamantar reduce el riesgo de cáncer del endometrio.

El amamantar protege contra la osteoporeosis .

Durante la lactancia, la madre puede experimentar reducciones de mineral óseo. La densidad de mineral óseo de una madre que amamanta puede ser reducida en todo el cuerpo en un 1 ó 2 por ciento mientras dure la lactancia. Esta pérdida regresa a sus niveles originales, y aún puede aumentar, cuando el bebé es destetado. Esto no depende de suplementos adicionales de calcio en la dieta de la madre.

El amamantar reduce el riesgo de cáncer del seno . Varios estudios han encontrado una asociación inversa significativa entre la duración de la lactancia y el riesgo de cáncer.Se ha comprobado que el amamantar disminuye los requerimientos de insulina en mujeres diabéticas.

Las mujeres que amamantan tienden a perder peso más fácilmente.


viernes, 21 de noviembre de 2008

El cachete, el azote, el grito son formas ineficaces de educar

19.11.2008 TVE, Antena 3, Cuatro, Telecinco, La Sexta y las autonómicas de la FORTA comenzarán mañana a emitir un anuncio de animación, titulado "Tus manos son para proteger"



"El cachete, el azote, el grito son formas ineficaces de educar", según ha enfatizado hoy la ministra de Educación, Política Social y Deporte, Mercedes Cabrera, en la presentación de un anuncio contra el castigo físico infantil que difundirán gratuitamente las cadenas principales de televisión.



TVE, Antena 3, Cuatro, Telecinco, La Sexta y las autonómicas de la FORTA comenzarán mañana, Día Internacional del Niño, a emitir este anuncio de animación, titulado "Tus manos son para proteger", dentro de la campaña del Consejo de Europa "Levanta la mano contra el castigo físico".



Según Cabrera, tales agresiones son una manifestación del "fracaso de la inteligencia" ya que no hay nada más contrario a la educación que la violencia, ni existe un mínimo aceptable de ésta.



El castigo físico es una "violación de los derechos del niño" y una "doble moral inaceptable: lo que no le haríamos nunca a un adulto nunca deberíamos plantearnos hacérselo a un niño", ha insistido.



"Los padres -ha precisado- debemos tener autoridad sobre nuestros hijos, debemos ocuparnos, evidentemente, de ellos, y hay formas mucho mejores de hacerlo que recurriendo a lo que sería una manifestación de fracaso de la convivencia, o de la razón o del diálogo".



Por supuesto, ha proseguido, que los jóvenes tienen que aprender las reglas y las obligaciones.



"Pero deben hacerlo por propio convencimiento y forma crítica, no como resultado de una imposición por otros medios", ha dicho.



A preguntas de los periodistas, Cabrera ha apuntado que la lacra de la violencia machista también "puede tener que ver con el maltrato infantil".



La directora de la campaña del Consejo "Construir una Europa por y para los niños", Elda Moreno, ha indicado que la tasa de padres españoles que están de acuerdo con el castigo físico de los hijos rondaría al 50 por ciento, aunque ha cuestionado la fiabilidad de los datos estadísticos.



"Los niños no son mini-personas con mini-derechos", ha advertido Moreno.



En relación con el anuncio de la Comunidad Valenciana de estudiar una moratoria para impartir en inglés Educación para la Ciudadanía, la ministra espera que tal paralización sea útil para "tratar de pacificar" la situación originada por la orden autonómica de desarrollo de la asignatura.



Esta materia, según la ministra, es una "excelente vía de prevención de situaciones de violencia y para que los niños conozcan sus derechos y aprendan a defenderlos", ha señalado.



Sobre la reciente muerte violenta de un joven a las puertas de una discoteca de Madrid, Cabrera ha lamentado que, desgraciadamente, muchas veces hace falta un acontecimiento de este tipo para poner en marcha medidas sobre las que ya se había venido hablando.



http://www.elcorreogallego.es/index.php?idMenu=6&idNoticia=366642

martes, 18 de noviembre de 2008

Las rabietas: Quiéreme cuando menos lo merezca, porque es cuando más lo necesito. Por Rosa Jové


Qué es una rabieta: Cuando nacemos, el principal plan que tiene la naturaleza con nosotros es que podamos sobrevivir. Para ello nos "apega" con las personas que nos cuidan, ya que está comprobado que teniendo a un cuidador cerca vivimos más (recordad que somos una especie muy incompletita cuando nacemos). Por eso es tan importante que los bebés nos reclamen cuando no estamos cerca y por ello es tan importante que nosotros intentemos satisfacer sus necesidades más importantes (alimento, sueño, higiene, contacto.), solo así se crea un apego seguro entre el niño y sus padres: el niño se da cuenta que tiene personas que le quieren y que le van a cuidar pase lo que pase, y por eso será un niño feliz.

Es importante durante los primeros años de la vida de un niño dejarle bien clarito que "siempre" estaremos con él, que "siempre" le querremos y le cuidaremos, aunque a veces no nos guste "exactamente" lo que hace. Eso es la base de una personalidad segura, independiente y con una autoestima capaz de soportar altibajos y adversidades. Alrededor de los dos años (puede variar según el niño) la supervivencia del niño está ya más garantizada (se desplaza solo, puede comer casi de todo y con sus propias manos, es autónomo en sus actos más vitales ..) y la naturaleza (¡qué sabia que es!) tiene otro plan para nosotros: si al principio era "apegarnos" para sobrevivir, ahora nos prepara para la independencia (pensad que sin independencia no crearíamos una familia propia, y eso es básico para el plan reproductor de la naturaleza). La independencia y autonomía es un largo camino que se va adquiriendo con la edad y a estas edades empezamos de una forma muy rudimentaria. ¿Cómo hace el niño para manifestar su independencia? Pues dada su edad es una estrategia muy simple: consiste solamente en negar al otro. Su palabra más utilizada es el "no" y es fácil de entender porque, negando al otro, empieza a expresar lo que él "no es" porque aún no sabe realmente lo que "es".Intento explicarme mejor: ¿Cómo se yo (niño) que soy otro y puedo hacer cosas diferentes a mis padres? ¡Pues llevándoles la contraria! Puede que aún no tenga claro lo que voy a ser pero así sé lo que no soy: yo no soy mis padres, por lo tanto ¡soy otro!

El único problema para los niños, es que les conlleva un conflicto emocional importante porque como los padres no entienden lo que pasa y normalmente se enfadan con ellos, los niños notan que se están enfrentando a los seres que más quieren y eso les provoca una ambivalencia de sentimientos. Eso, nada y más y nada menos son las famosas rabietas: una lucha interior entre lo que debo hacer por naturaleza y una incomprensión de mis padres hacia tales actos que me provocan unos sentimientos ambivalentes y negativos. Esa ofuscación entre querer una cosa, no entender lo que pasa y el rechazo paterno, es la fuente de la mayoría de las rabietas. Por eso lo mejor es dejarle claro que haga lo que haga siempre le queremos y le comprendemos, aunque a veces no estemos de acuerdo. Muchos padres viven esta etapa con mucha ansiedad porque piensan que es una forma que tienen sus hijos de rebeldía, tomarles el pelo y desobediencia. Nada más lejos. En estas conductas del niño no hay ningún sentido de "ponernos aprueba" ni hay ningún juego de poder entre medio (bueno a veces los padres sí que se lo toman como tal, pero el niño nunca pretende "desafiar" al adulto, solo hacer cosas diferentes a sus padres). Si el niño lleva la contraria a sus padres es para comunicarles algo muy importante: "¿lo ves?, me hago mayor. ¡Yo no soy tú! Puedo querer, desear y hacer cosas que tu no quieres".


¿Qué hacemos ante una rabieta? La mejor manera de superar las rabietas la resumo en cinco puntos


1- Comprendiendo que el niño no pretende tomarnos el pelo. Esta simple convicción hará que seamos más flexibles con ellos (y por lo tanto se evitan muchos conflictos). Solamente pretende mostrarnos su identidad diferenciada.


2- Dejando que pueda hacer aquello que quiere. "¿Y si es peligroso o nocivo?" -me preguntareis-. Evidentemente lo primero es salvaguardar la vida humana, pero los niños raramente piden cosas nocivas, ¿saben lo más peligroso que me pidieron mis hijos cuando eran pequeños? ¡Ir sin atar en la sillita del coche!. Evidentemente les dije que no, y no arrancamos hasta que estuvieron convencidos, pero no me han pedido nunca nada tan peligroso. Bueno, una vez mi hijo mayor cogió una pequeña rabieta porque quería un cuchillo "jamonero", pero la culpa era más mía por dejar a su vista (y alcance) un cuchillo de tales dimensiones, que él por pedirlo. ¿No? El hecho de que quieran llevar una ropa diferente a la que nosotros queremos puede que atente contra el buen gusto, pero raramente atentará contra la vida humana. Lo mismo pasa con alguna golosina o con otras cosas. Si usted es un padre que vigila que el entorno de su hijo sea seguro, es difícil que pueda pedir o tocar algo nocivo para él. El hecho de el niño pueda experimentar el resultado de sus acciones sin notar el rechazo paterno hará que no se sienta mal ni ambivalente (y, de paso, evitamos la rabieta).


3- Evitando tentaciones. Los comerciantes saben perfectamente que los niños piden cosas que les gustan (por eso en los grandes supermercados suelen poner chucherías en las líneas de caja) ¿Acaso pensaba que el suyo es el único niño que montaba en cólera por una chuchería? Si su hijo es de los que pide juguetes cuando los ve expuestos o chucherías si las tiene delante ¿Qué espera?. Intente evitar esos momentos (no se lo lleve de compras a una juguetería o intente buscar una caja donde hacer cola que no tenga expositor de juguetes ni dulces) o pacte con él una solución ("Cariño vamos al super. Mamá no puede estar comprando cada día chuches porque no son buenas para tu barriguita, así que solo elegiremos una cosita"). Si los mayores nos rendimos muchas veces a una tentación (el que esté libre de pecado que tire la primera piedra) ¿Por qué pensamos que un niño puede contenerse más que nosotros?


4- Podemos expresar nuestra disconformidad, pero no atacamos la personalidad del niño o valoramos negativamente su conducta. Es decir, mi hijo no es más bueno o malo porque ha hecho una cosa bien o no. Mi hijo siempre es bueno, aunque a veces yo no le entienda o no me guste lo que ha hecho. En este sentido vean este diálogo: Mamá: Cariño ha venido tía Marta. Ve a darle un beso. Niño: No quiero, mamá: ¿Cómo que no quieres? Esto está mal. ¡Eres un niño malo! Tía Marta te quiere mucho y tú no la quieres. Mamá no te querrá tampoco. A partir de aquí puede haber dos opciones o el niño monta una pataleta del tipo: ¡eres tonta y tía Marta también! Y ya la tenemos liada. O bien, ante la idea de perder el amor de su madre, va y le da un beso a tía Marta, a lo que su madre responde: "¡Que bien! Así me gusta ¡Qué bueno eres!" con lo que el niño aprende que es bueno cuando no se porta como él siente y que solo obra bien cuando hace lo único que quiere su madre. Es decir: se nos quiere cuando disfrazamos nuestros sentimientos. Ninguna de las dos soluciones es correcta porque en ningún momento hemos evitado atacar la personalidad del niño (eres malo) y hemos valorado su conducta (esto esta mal o esto está bien). Si en lugar de ello hubiéramos entendido sus emociones, a pesar de mostrar nuestra disconformidad, el resultado podría haber sido: Mamá: cariño ha venido tía Marta. Ve a darle un beso. Niño: No quiero. Mamá: Vaya, parece que no te apetece dar un beso a la tía marta. (Reconocemos sus sentimientos) Niño: sí. Mamá: Cuando las personas van de visita a casa de otra se les da un beso de bienvenida, aunque en ese momento no se tengan muchas ganas ¿lo sabías? Niño: No. (Y si dice que sí, es lo mismo). Mamá: ¿vamos pues a darle un beso de bienvenida a tía Marta?

Normalmente a estas alturas el niño (que ha visto que le han entendido y que no le han valorado negativamente) suele contestar que sí. En el hipotético caso de que siga con su negativa podemos mostrar nuestra disconformidad: Mamá: El hecho de que no se lo des me disgusta, porque en esta casa intentamos que la gente se sienta bien. ¿Qué podemos hacer para que tía Marta se sienta bien sin tu beso? (a lo mejor tía Marta es una barbuda de mucho cuidado y a su hijo no le apetece darle un beso, pero eso no implica que quiera que se sienta ofendida). Niño: le diré hola y le tiro un beso. Mamá: Me parece que has encontrado una solución que nos va a gustar a todos. ¡Vamos!


5- Las rabietas se pasan con la edad. Es decir, llega un día en que el niño adquiere un lenguaje que le permite explicarse mejor que a través del llanto y las pataletas. También llega un día en que sabe lo que "es" y "quiere" y lo pide sin llevar la contraria a nadie. Llega un momento en que, si no hemos impedido sus manifestaciones autónomas y de autoafirmación, tenemos un hijo autónomo, que sabe pedir adecuadamente lo que quiere porque ha aprendido que nunca le hace falta pedirlo mal si su petición es razonable. ¿Cómo hacer que llegue antes este momento en que finalizan las rabietas? Por una parte hemos de procurar que en la etapa anterior (la del apego que explicábamos al principio) el niño esté correctamente apegado: un niño inseguro tardará más en pasar esta etapa de independencia. Así que si quiere que su hijo sea autónomo, mímele todo lo que pueda cuando sea pequeño. Para adquirir la independencia se necesita seguridad y la seguridad se adquiere con un buen apego. Una vez haya llegado a la etapa de las rabietas, hemos de intentar que se solucionen cuanto antes. Nada de esto se dará si coartamos su deseo de separarse de nosotros, ya que lo único que se obtiene "intentando" que no se salga con la suya es un niño sumiso o rebelde (depende del tipo y grado de disciplina o autoridad empleada). Normalmente si les "ignoramos" suelen volverse más sumisos y dependientes (otro día os explico los mecanismos psicológicos de ignorar conductas), aunque lo que vemos es un niño que se doblega y "parece" que mejore en sus rabietas. Pero la causa que provoca esa rabieta sigue en él y se manifestará de otra forma (ahora o en la adolescencia). Sé que es difícil acordarse de todo ante una rabieta infantil. Sé que es difícil razonar cuando estamos a punto de perder la razón. Sé que es difícil, y por eso, ante la duda de no saber como actuar, intente querer a su hijo al máximo porque él lo estará necesitando, ya que las rabietas también hacen sentirse mal a los niños.

Quiéreme cuando menos me lo merezca porque será cuando más lo necesite" o lo que es lo mismo: "intenta ponerte en mi lugar porque yo también lo estoy pasando mal".

http://www.dormirsinllorar.com/crecer_feliz6.htm

lunes, 3 de noviembre de 2008

Trato a un recien nacido

Os dejo un video de como tratan a los recien nacidos en un hospital...

No lo veas si eres sensible


viernes, 31 de octubre de 2008

Parto: nadie debe decidir por tí

Algunas cosas están empezando a cambiar, afortunadamente. La imagen de una mujer pariendo acostada, rodeada de desconocidos que le dicen como empujar mientras el padre aguarda fuera lleva camino de pasar a la historia. Cada vez son más los estudios que demuestran que pedir que la mujer sea protagonista de su parto no es ningun capricho, sino la manera más segura de dar a luz. Estar rodeada de cariño y de profesionales que respetan los tiempos de cada mujer probablemente sea el pasaporte para lograr un nacimiento respetado y un bebé y una madre sanos.

El parto es un proceso delicado, pero también un acto íntimo y una expresión de amor. Si bien a lo largo del siglo XX los avances de la Obstetricia consiguieron reducir hasta niveles mínimos la mortalidad materna e infantil en el período perinatal, desde los años ochenta la Organización Mundial de la Salud ha manifestado su preocupación por la excesiva medicalización del parto que motiva una aumento de los partos instrumentales o cesáreas de manera innecesaria.

¿Cómo conseguir beneficiarse de los avances de la ciencia sin caer en esa peligrosa medicalización del parto?¿Cómo lograr que sea una experiencia íntima sin prescindir de la tecnología? Probablemente la clave resida en la relación que se establece entra la mujer embarazada y los profesionales que le atienden.

EL DERECHO A LA INFORMACION

Es importante que la relación con los profesionales que atienden a la mujer sea de mutua confianza. La mujer necesita sentirse libre de preguntar cuantas dudas y preocupaciones se le ocurran. Saberse escuchada permite afrontar el parto con tranquilidad y confianza. Para los profesionales saber lo que preocupa a la mujer y conocer su estado anímico facilita que el trato sea individualizado y óptimo.

El embarazo y el nacimiento no son una enfermedad. Es importante elegir bien a los profesionales que lo atenderán preguntándoles cual es su visión del parto, en que situaciones utilizan técnicas intervencionistas, que porcentaje de cesáreas y de episiotomías tienen...Si se opta por un centro público se puede solicitar información al Servicio de Atención al Paciente, preguntando por los protocolos y estadísticas del centro, y facilitándoles un "plan de parto" con los deseos de la mujer. Por ejemplo, se puede escribir pidiendo que permitan la compañía de una acompañante del parto (o "doula") además del padre, que respeten las recomendaciones de la OMS para el parto normal y que faciliten los métodos no farmacológicos para el alivio del dolor como por la ducha o la bañera. Si el centro responde que no puede garantizar alguna de estas medidas se puede redactar otra carta solicitándolo, cuantas más mujeres den estos pasos mayor protagonismo tendrán en sus partos.

Si las respuestas no coinciden con lo que se busca se puede cambiar de profesional, algunas mujeres lo han hecho incluso al final del embarazo. El parto es más fácil eligiendo profesionales que confien en la capacidad innata de las mujeres para dar a luz, que no sean amigos de las intervenciones innecesarias, que no tendrán prisa por acabar el parto para poder marchar a su casa. Deben estar al servicio de la mujer y del bebé: no tiene sentido que la mujer esté pendiente de agradarles o de no molestar. Definitivamente la embarazada es una mujer adulta y merece parir como ella quiera.

Más importante aún que la confianza en los profesionales es confiar en el propio cuerpo. Todas las mujeres somos el resultado de miles de años de perfeccionamiento natural, nuestros cuerpos son el último producto de la naturaleza para lograr la supervivencia de nuestra especie, en resumidas cuentas: estamos hechas para parir.

EL PARTO REQUIERE INTIMIDAD Y CARIÑO

En el parto se necesita intimidad, respeto, cariño. Por eso es bueno estar acompañada de un ser querido. Dar a luz requiere abandonarse y dejarse llevar por las sensaciones más primitivas. Es preciso que se minimicen las interrupciones, ¡pensar puede detener el parto!. De hecho esto sucede a menudo al llegar al hospital: después de haber tenido contracciones fuertes y seguidas en casa, todo se detiene al entrar en el hospital. El cuerpo necesita un tiempo para volver a recuperar la intimidad y familiarizarse con el nuevo entorno. El reloj tampoco sirve de mucho en el parto. Algunos partos son tan rápidos como un suspiro, otros se prolongan durante un par de días...Casi siempre es un trabajo largo, que requiere mucha energía y sobre todo paciencia. La matrona debe saber esperar, observar a la mujer sin molestarla apenas, y permitir que todo siga su ritmo mientras el bebé esté perfecto.

Acelerar un parto rompiendo la bolsa o mediante la oxitocina requiere que haya un verdadero motivo médico. Si no, se puede producir el efecto contrario: el bebé no desciende al no haber tenido tiempo de colocarse bien, y el parto termina en cesárea. Conviene estar informados de antemano de los beneficios de cada intervención así como de los riesgos y valorar todas las alternativas. En esos momentos se puede pedir unos minutos a solas con la pareja para hablar tranquilamente antes de tomar una decisión.

EL DOLOR COMO GUIA

El dolor obliga a conectarse con el cuerpo y a no pensar en nada más. Desde luego que la vivencia es subjetiva y muy variable, pero lo cierto es que el dolor puede ser la guía. Escuchándolo se puede encontrar la postura que facilite el nacimiento. No hay posturas buenas ni malas para parir, lo importante es que cada mujer encuentre las suyas. A veces caminar o bailar durante la dilatación es de gran ayuda, otras permanecer en la bañera mitiga las sensaciones dolorosas.
Conocer lo que sucede en el parto ayuda a afrontar el dolor. Las primeras contracciones suelen ser vividas con euforia y con la duda de si se está definitivamente de parto. Es mejor afrontarlas de una en una, pensando que con cada contracción falta menos y que todas cumplen su papel. Conforme avanza el parto se hacen más seguidas e intensas, pero hay mujeres que pueden estar hablando o incluso dormitando entre contracciones. Cuando se alcanza la fase de transición algunas mujeres sienten que "se van de este mundo". Pueden gritar, llorar, gemir o incluso insultar al padre de la criatura, ¡es normal!. Decir "ya no puedo más" suele ser buena señal: probablemente la dilatación ya sea completa y pronto sentirá las ganas de empujar para que salga el bebé. Entonces suele comenzar la euforia, algunas mujeres no se pueden creer que el final ya esté cerca, y empiezan a mostrarse impacientes por abrazar al bebé.

La anestesia epidural puede ser una ayuda muy eficaz en algunos partos, pero si se utiliza demasiado pronto conlleva un mayor riesgo de que se utilice oxitocina y de que sean precisas otras intervenciones. Por el contrario los métodos no farmacológicos de alivio del dolor, como los masajes, el agua o el apoyo psicológico no tienen ningún efecto secundario.

¿Y SI ALGO VA MAL?

Es cierto que parir es algo natural y que lo normal es que todo vaya rodado. No obstante hay un pequeño porcentaje de casos en que algo se complica y es precisa la intervención médica. Si los profesionales informan a la mujer de lo que acontece explicando detenidamente las opciones y además de ofrecen su consuelo en un momento tan difícil la mujer confiará plenamente en ellos. Así podrá vivir un nacimiento respetado y digno.

Autora: Ibone Olza.Doctora en Medicina